Regresar-Restaurar-Volver-Arrepentir
Shuv puede significar tanto regresar como restaurar, recompensar, hacer girar y repetir. Otra forma de la palabra Hebrea es teshuvá, que generalmente se traduce como arrepentimiento, pero también se refiere a alguien que regresa a Dios después de haber pecado. El Rabino Hayim Halevy Donin dice: "La palabra teshuvá a menudo es traducida como arrepentimiento. Sin embargo, la raíz de la palabra significa sencillamente regresar. 'Vuelve, oh Israel, al SEÑOR tu Dios' (Oseas 14:1) es la esencia de teshuvá, la clave para la expiación. Regresar a Dios no es sólo un reconocimiento de Su existencia o un simple asentir de que 'Yo creo en Él'; teshuvá significa nada menos que llegar a ser un sirviente del Señor (un eved haShem). Un siervo es alguien que no sólo reconoce que su maestro existe, sino que se somete a su gobierno y jurisdicción, que se somete a los mandamientos y las peticiones de su maestro. La relación de Israel con Dios no es menos que eso."
Un Llanto Sentido por el Regreso de los Hijos de Israel
Se me ocurrió que esta situación ilustra dos clases de retornos: uno es un retorno físico y el otro es un retorno espiritual a Dios, a la oración y a la fe. De hecho, vemos esa palabra usada de ambas formas en las Escrituras.
Retorno a Sión – Un Regreso Físico
En muchos pasajes, shuv se usa para hablar sobre lo que Dios hace por traer a los hijos de Judá e Israel de regreso a Israel, llamado aliyá en Hebreo. Por ejemplo, "Y haré volver la cautividad de Judá, y la cautividad de Israel, y los edificaré como al principio" (Jer. 33:7, RV 60).
El profeta Sofonías habló sobre el día cuando Dios traería de regreso a los cautivos: "En aquel tiempo los traeré, en aquel tiempo los reuniré. Ciertamente, les daré renombre y alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando Yo haga volver a sus cautivos ante sus ojos," dice el SEÑOR"(Sofonias 3:20).
¡Qué Dios tan asombroso servimos! Él guarda Sus promesas aún después de 2,700 años. En la actualidad, Israel obtiene cada vez mayor renombre a medida que las innovaciones Israelíes cambian la manera en que el mundo vive y se relaciona.
Un Regreso Espiritual a Dios
En otros pasajes, shuv se utiliza para anunciar al pueblo de Dios sobre su gran necesidad de regresar a Él. "'Aun ahora,' declara el SEÑOR 'vuelvan a Mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasguen su corazón y no sus vestidos.' Vuelvan ahora al SEÑOR su Dios, porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal" (Joel 2:12-13).
La idea del shuv (retorno, arrepentimiento, etc.) es que uno debe alejarse de lo que uno hacía incorrectamente para volver a hacer lo que es correcto. No es simplemente confesar que uno siente lo sucedido. Es un alejamiento total de una conducta para ir en dirección contraria, haciendo un giro de 180 grados.
Aunque la Biblia llama a los no-creyentes para que conozcan a Dios, para que le acepten y formen parte de la comunidad de la fe, el texto anterior no es para ellos. La idea de regresar es volver a un lugar donde uno estuvo previamente, haciendo lo que era correcto. No es posible regresar a un lugar donde uno nunca estuvo o a una relación que uno nunca disfrutó.
El Sermón de Pedro – Hechos 3
La idea de regresar a Dios es común en toda la Tanaj (Génesis a Malaquías). No hubiese parecido extraño al pueblo de Israel lo que Pedro dijo luego de sanar al cojo. Durante su sermón, dijo: "Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor" (Hechos 3:19). El término Griego traducido a "conviértanse" posee el mismo significado que "vuélvanse." Estoy segura que la audiencia judía habrá escuchado la palabra "shuv" y "teshuvá."
El Dr. Marvin Wilson dice: "En un estilo parecido a los antiguos profetas Hebreos, [Pedro] llamó a su audiencia en Jerusalén al arrepentimiento. Ese término tiene un rico trasfondo en el Judaísmo Bíblico… Sugiere un giro espiritual. La persona se aleja de su pecado y se dirige nuevamente al Dios vivo de Israel… Es claro que el Judaísmo nunca ha entendido la conversión como un abandono de su fe ni de su pueblo ancestral. Al contrario, significa ser renovado y restaurado por el perdón y el amor de Dios dentro de la misma comunidad."
Salmo 51 – David se Arrepiente de Pecado
Recuerde, David era un hombre que conocía a Dios. Había hecho grandes proezas a medida que Dios le ayudaba, como cuando mató al gigante Goliat. Mientras adoraba y tocaba el arpa, los espíritus malos huían de Saúl. David trataba de vivir una vida en toda integridad y justicia. Nunca quiso tocar al ungido de Dios para matarlo, a pesar de que Saúl procuraba matarlo a él. David no era un hombre pagano. Él estaba incluido en el Pacto de Dios con Israel. Fue escogido por Dios para reinar sobre Israel y fue ungido por el profeta Samuel. Cuando David se arrepintió de su pecado, no era como cuando un recién convertido viene por primera vez a Dios, sino que regresaba con corazón contrito y humillado a su Dios como un verdadero hijo del Pacto.
En medio del Salmo 51, encontramos dos versos que contienen la palabra shuv:
"Restitúyeme (shuv) el gozo de Tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder. Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos, y los pecadores se convertirán (shuv) a Ti" (Salmo 51:12-13). Aquí (como única vez en laTanaj), shuv es traducido al español como conversión. Pienso que una mejor traducción sería "los pecadores regresarán a Ti." Eso concuerda mejor con el contexto de David, un hijo del Pacto, cuando regresaba a su Dios. Creo que David se dio cuenta que Dios podía utilizar su experiencia de arrepentimiento para ministrar a otros que también se han rendido ante la tentación y necesitan regresar a Dios.
Según el Rabino Eckstein, "el Judaísmo descansa sobre la proposición fundamental de que Israel y Dios están eternamente vinculados por el Pacto." Ciertamente, el rey David reconocería que siempre estuvo incluido en el Pacto del Dios de Israel. Nuestros amigos Judíos hoy día nos dicen que dentro del sistema de sacrificios nunca hubo un sacrificio por un pecado intencionado. El único remedio era, y todavía es, el arrepentimiento de corazón. David comprendía eso cuando dijo: "Porque Tú no Te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería; no Te agrada el holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás" (Salmo 51:15-17).
El Anhelo de Dios para que Su Pueblo Regrese a Él
Yeshúa (Jesús) enseñaba por medio de historias (parábolas), según la costumbre de Su tiempo. El Midrash (colección de antiguos escritos Judíos) contiene muchas parábolas. Por ejemplo, una historia dice: "El hijo de un rey se encontró una vez a la distancia de 100 días de viaje a donde se encontraba su padre. Sus amigos le dijeron, 'Regresa a tu padre.' Él les dijo, 'No puedo. El camino es muy largo.' Su padre le mandó aviso, diciéndole, 'Camina la distancia que puedas, y yo vendré el resto del camino a ti.' De esa manera, el Santo, bendecido sea, dice a Israel: 'Vuelvan (shuv) a Mí, y Yo volveré (shuv) a ustedes' (Malaquías 3:7b)."
Ambas historias o parábolas anteriores a estilo Judío comunican el gran deseo de Dios para que Sus hijos regresen a Sus brazos amorosos. Le da sumo gozo otorgarnos la bienvenida y perdonarnos cuando nos arrepentimos y regresamos a Él.
Arrepintiéndonos de Pasados Actos contra nuestros Amigos Judíos
El Rabino Wayne Dosick, en su libro Living Judaism [Judaísmo Viviente], explicó la manera judía de perdonar en forma clara y precisa:
· Reconoce tus actos y sus consecuencias.
· Reconoce que tú, y sólo tú, eres responsable por tus actos.
· Reconoce que tú, y sólo tú, debes venir ante Dios en arrepentimiento y en busca del perdón por tus transgresiones contra los mitzvot (actos de justicia).
· Si ofendes a Dios, puedes ir directamente a Dios en arrepentimiento.
· Si ofendes a otro ser humano, antes de que vayas a Dios (lo que debes hacer eventualmente porque debes procurar el perdón de Dios), debes ir al que has ofendido.
· Y recuerda: Dios siempre escuchará tu petición, sin importar la transgresión que hayas cometido, cuando te acerques a Dios en honestidad y sinceridad.
No somos responsables por los actos de los nazis, ni de cualquiera otro que haya perseguido al pueblo Judío. Sólo somos responsables por nuestros propios actos. En vez de pedir perdón por pecados que no haya cometido, exprese su profundo dolor por ello, lo cual será recibido con agradecimiento.
Yeshúa también habló sobre la necesidad de reconciliarnos con los demás."Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda"(Mateo 5:23-24).
Regresa, o Iglesia, a Tu Primer Amor
Mientras oraba sobre este tema, comprendí que Dios también llama a Sus hijos, Su Iglesia, para que regresen a Él. En nuestras Congregaciones hay personas que se envuelven en las pasiones pecaminosas de pornografía, fornicación y adulterio. Que Dios los perdone. Por otro lado, entre nosotros hay quienes apuntan dedos acusatorios y riegan chismes en vez de restaurar con amor a los que han resbalado. Es tiempo de que la Iglesia de Dios se arrepienta de su amor al dinero, de sus ansias de poder, y de su ambición por posiciones. Es tiempo de que nos acerquemos ante Su trono con corazones contritos y humillados.
En los mensajes a las siete iglesias del libro de Apocalipsis, vemos unos mensajes muy importantes para que volvamos a Dios en arrepentimiento.
La Iglesia de Éfeso
"Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio. Si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepientes" (Apocalipsis 2:4-5).
La Iglesia de Sardis
"Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti" (Apocalipsis 3:3).
La Iglesia de Laodicea
"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca. Porque dices: 'Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad.' No sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo…Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete" (Apocalipsis 3:15-17, 19).
Tiempos Peligrosos
El profeta Oseas describe estos días: "Después los Israelitas volverán y buscarán al SEÑOR su Dios y a David su rey; y acudirán temblorosos al SEÑOR y a Su bondad en los últimos días" (Oseas 3:5).
Ahora es el momento para arrepentirnos y volver a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario