Jayei Olam - La Vida Eterna

"Esta es la vida eterna, que te conozcan a Ti, el único Elohim verdadero, y a Yeshua el Mesias a quien has enviado." (Juan 17:2)

Cuando leemos la línea anterior de Yeshua, nos hace detenernos y hacer una pausa. Parece extraño que Yeshua defina la vida eterna como el conocimiento de él y de su Padre. ¿Acaso la vida eterna no es vivir para siempre después de la muerte?

Una idea interesante proviene de la forma en que los Judíos de la época de Yeshua entendían el término "vida eterna," jayei olam (Hi-YAY Oh-LAHM).1 Mientras que la frase a menudo tenía nuestra comprensión de la vida después de la muerte, jayei olam a menudo tenía un énfasis diferente, cuando se contrastaba con "jayei sha'ah" (vida fugaz). Jayei sha'ah, vida fugaz, es vivir una vida que sólo se preocupa de las cosas cotidianas: trabajar, ganar dinero, comer y dormir. Jayei olam, "vida duradera" o "una vida de eternidad" se refiere a vivir una vida centrada en asuntos de importancia eterna.

Tradicionalmente, el pueblo Hebreo ha considerado que el estudio de la Biblia es la verdadera forma de vivir la "vida eterna." Se cuenta la historia de un Rabino que pasó años estudiando las Escrituras y luego pasó junto a unos agricultores que cultivaban sus tierras. Comentó: "Han abandonado la vida duradera (jayei olam) y se dedican a la vida fugaz (jayei sha'ah)."2

Mirando las palabras de Yeshua bajo esta luz, su idea de la vida eterna parece encajar en esta segunda definición. Está diciendo que conocer a Elohim íntimamente y vivir con Yeshua el Mesías como tú Señor, aquí y ahora, es vivir como si ya estuvieras en la eternidad. Esto tiene mucho sentido: ¿qué cosa en nuestras vidas tiene más importancia eterna que eso?

Es fascinante que Yeshua también parecía estar comentando la idea Hebrea de que la manera de vivir tu "vida eterna" ahora mismo es estudiar las Escrituras. Dice: "Ustedes estudian diligentemente las Escrituras porque piensan que por ellas tienen la vida eterna. Estas son las Escrituras que dan testimonio de mí, pero no quieran venir a mí para tener vida" (Juan 5:39-40). Se dirige a algunos de sus compañeros Hebreos que no veían que las Escrituras apuntaban en última instancia hacia él. La vida eterna no se tiene ni siquiera en el estudio de las Escrituras, sino en encontrar en ellas que Yeshua es nuestro Señor, y que podemos vivir para servirle.

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1 Estos términos se encuentran escritos por primera vez en el Talmud, que data de alrededor del año 500 D.M. En él se recogen muchas tradiciones orales que provienen de la época de Yeshua y anteriores.

2 La cita es del Talmud de Babilonia, Shabat 33b, citado en el siguiente enlace: http://ww2.mcgill.ca/freedman/bf_risk.html.

B"H