"El Temor al Señor es la fuente de la vida." (Proverbios 14:27a)
La palabra Hebrea "makor" significa "fuente, manantial u ojo de agua." Cuando empecé a aprender Hebreo, esta palabra me sonaba muy familiar. Sabía que la había usado o leído antes. Se encuentra en un libro que muchos han leído: La Fuente, de James Michener. El escenario de este libro es un lugar ficticio llamado Tel Makor. Un tel es un montículo que se ha construido durante siglos como resultado de una ciudad que se ha reconstruido muchas veces en el mismo lugar.
La Fuente teje una historia sobre las excavaciones arqueológicas en este tel ficticio que tiene una fuente de agua - la razón de su nombre. En el estilo distintivo de Michener, a medida que se descubren artefactos de cada período de tiempo, la historia explica cómo el artefacto llegó a estar en un lugar determinado. Me pareció un gran juego de palabras, porque había muchos indicios de su significado. ¿Qué tiene que ver un tel con la palabra "fuente"? Una fuente de agua dulce es una necesidad crítica para todas las civilizaciones; así que donde hay un tel, habrá una fuente de agua.
Curiosamente, la Biblia presenta una imagen frecuente de Elohim como el creador de agua viva, que a menudo se representa como fluyendo de Jerusalén:
"Mi pueblo ha cometido dos pecados: Me han abandonado a mí, el manantial (hacedor) de agua viva, y han cavado sus propias cisternas, cisternas rotas que no pueden contener agua."
(Jeremías 2:13)
"¡Qué inestimable es tu amor indefectible! ...les das de beber de tu río de delicias. Porque contigo está la fuente de la vida; en tu luz vemos la luz."
(Salmo 36:7-9)
"Hay un río cuyos arroyos alegran la ciudad de Elohim, el lugar sagrado donde habita el Altísimo. Elohim está dentro de el, no caerá; Elohim la ayudará al amanecer." (Salmo 46:4-5)
¡Y finalmente encontraremos la fuente en el trono de Elohim en el cielo!
"Entonces el ángel me mostró el río de agua de vida, claro como el cristal, que fluye del trono de y del Cordero por el medio de la gran calle de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, con doce cosechas de frutos, que daban su fruto cada mes. Y las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones..."
(Revelación 22:1-2)
B"H
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