"Ora por la paz de Jerusalén: los que te aman serán prosperados. Que la paz esté dentro de tus muros, y la prosperidad dentro de tus palacios." - Salmo 122:6-7
A menudo, en los últimos miles de años, Israel ha estado en el centro de la controversia internacional. Es como si las poderosas batallas espirituales que han sucedido en esa tierra están en curso, y todavía desencadenan acontecimientos en la política mundial de hoy. Con esto en mente, es bueno recordar que Elohim nos dice que "oremos por la paz de Jerusalén" en el Salmo 122:6, arriba.
Las traducciones más antiguas a menudo completan ese versículo diciendo que Elohiym prosperaría a aquellos que lo hicieran. La idea de que Elohim nos haría ricos por cuidar de su pueblo es en realidad una mala traducción de la palabra shalvah, que no significa prosperidad, sino en realidad facilidad, seguridad y libertad de preocupaciones. La NVI ahora traduce este verso de la siguiente manera:
"Ora por la paz de Jerusalén: "Que aquellos que te aman estén seguros. Que haya paz dentro de tus muros y seguridad en tus ciudadelas."
En Hebreo, también podemos oír cómo se compone el verso para que también salga suavemente de la lengua:
Shalu shalom Yerushalaim, yishla'u ohavaikh.
El efecto general al leer el verso es escuchar tanto el paralelismo poético como la aliteración, ya que el suave sonido de la "sh" se utiliza en las palabras shalu (pedir, orar), shalom (paz), Yerushalaim (Jerusalén), y yishla'u (seguridad, tranquilidad). También escuchamos la cercanía de las ideas de shalom (paz, bienestar) y shalvah (tranquilidad, seguridad, facilidad). Vemos que aquellos que se preocupan por los hijos de Elohim en esa tierra problemática encontrarán ellos mismos la tranquilidad.
¿Por qué? Elohim ha elegido a Israel para un propósito que no se cumplirá hasta el final de la era. La gente de allí muestra la lucha continua dentro de toda la humanidad, espiritualmente. No son ni mejores ni peores que el resto del mundo, y cuando oramos para que el shalom de Elohiym se establezca allí, también oramos por nosotros mismos.
B"H
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